Escocia, al igual que España, se vio inmersa en rumores sobre la dimisión de su primer ministro durante el fin de semana. Finalmente, el líder del SNP, Humza Yousaf, anunció su renuncia en una conferencia de prensa en la Bute House de Edimburgo.
Tras despedir a sus ministros Verdes la semana pasada, Yousaf se encontró en una posición complicada y enfrentó dos mociones de censura. Ahora se abre un periodo de 28 días para elegir un nuevo primer ministro en Holyrood, el Parlamento escocés.
El SNP ha enfrentado críticas por su gestión en diferentes sectores, lo que ha aumentado las tensiones internas en el partido. La dimisión de Yousaf se suma a otros problemas del SNP, entre ellos la pérdida del referéndum de independencia en 2014.
El partido se encuentra dividido y sin una estrategia clara para la independencia, lo que ha generado incertidumbre entre los votantes. Yousaf decidió romper la coalición con los Verdes para intentar cambiar la tendencia negativa en las encuestas, pero finalmente tuvo que renunciar.
La independencia de Escocia se encuentra en un punto muerto, sin una solución clara a la situación actual. Los votantes esperan que el nuevo líder del SNP pueda ofrecer un camino sólido hacia la independencia y resolver los problemas internos del partido.