El exjefe de gabinete del expresidente, Josep Lluís Alay, ha solicitado la destitución del juez que investiga la presunta interferencia rusa a favor del «procés» debido a una «pérdida completa de imparcialidad» mostrada por el magistrado Joaquín Aguirre durante su entrevista con la televisión pública alemana sobre el caso en investigación.
El abogado de Alay, Gonzalo Boye, acusa al juez de actuar sin ningún atisbo de imparcialidad o vergüenza al aceptar una entrevista y comentar una investigación en curso, lo cual es un hecho inusual.
La declaración en la televisión pública alemana del juez, de tan solo 40 segundos de duración, mencionaba la influencia directa de Rusia en el proceso de independencia catalán, apoyándolo con la intención de desestabilizar la democracia española e infiltrarse en las democracias liberales de Europa Occidental.
Alay argumenta que esta entrevista demuestra una pérdida completa de imparcialidad, ya que el juez discutió su tesis acusatoria en lugar de adoptar un enfoque investigativo, socavando así la credibilidad del magistrado.
La defensa solicita una investigación sobre las circunstancias que rodearon la grabación y emisión de la entrevista del juez en la televisión pública alemana.
La defensa de Alay sugiere que la aparición del juez en televisión no fue accidental ni un acto de irresponsabilidad, sino más bien parte de un acuerdo previo. La defensa argumenta que esto socava la imparcialidad del juez.
Según Boye, abogado que representa tanto a Puigdemont como a Alay, el comportamiento del juez Aguirre ha sido «grosero y absurdo», destruyendo la apariencia de imparcialidad y perjudicando la función judicial. Boye cree que es imposible que el juez siga desperdiciando recursos públicos en una persecución delirante y políticamente motivada.
El juez amplió la investigación el día antes de que Junts, junto con el PP y Vox, impidieran la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso. Esta ley excluye los delitos de traición o contra la paz o la independencia del Estado, los cuales el juez incluye en su resolución al relatar los contactos rusos del equipo de Puigdemont.
La defensa también se refiere a las declaraciones «groseras» que supuestamente hizo el juez Aguirre durante el interrogatorio a otro acusado, Víctor Terradellas, exjefe de relaciones internacionales de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), en mayo de 2022. Estas declaraciones fueron informadas previamente por elDiario.es hace año y medio.
Durante el interrogatorio, Aguirre afirmó que después de la fallida declaración de independencia en octubre de 2017, el expresidente «huyó en el maletero de un coche en estado de pánico», algo que Puigdemont y su equipo siempre han negado. Aguirre también afirmó que el movimiento independentista «necesitaba tanto a los Mossos como a 10.000 soldados rusos para controlar el territorio».
Boye considera que esto es un claro ejemplo de falta de imparcialidad, combinado con un nivel de grosería inapropiado para el cargo de juez, y recurriendo a comentarios sexistas inexcusables, en referencia a los comentarios del juez sobre la declaración de Terradellas sobre la reacción de Puigdemont a una oferta de colaboración.
«Infuriatingly humble tv expert. Friendly student. Travel fanatic. Bacon fan. Unable to type with boxing gloves on.»