El 59,12% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) no logra aumentar sus ventas en 2023, según un informe publicado por Oriente20. La falta de crecimiento en las ventas ha afectado los márgenes empresariales, ya que el 60% de las pymes encuestadas afirma que se han estrechado.
Además, el informe revela que el 27% de las empresas ha experimentado una caída en sus ventas, mientras que el 32% ha mantenido sus ventas congeladas. Esta situación se debe principalmente al incremento de costos y a la falta de confianza en los fondos europeos, según destacan los expertos.
Otro dato preocupante es que solo una de cada cinco pymes ha trasladado el aumento de costos a los precios finales, lo que demuestra la dificultad que enfrentan para mantener su rentabilidad. De hecho, tres de cada cuatro pymes no trasladan completamente los aumentos de costos a los precios finales.
La factura energética, los costos laborales y la factura fiscal son las principales preocupaciones de las pymes, según el informe. El 95% de ellas se ha visto afectado por el incremento de costos, lo que ha llevado a casi la mitad de las pymes a reducir su inversión. Otras medidas adoptadas incluyen buscar financiación, suspender contrataciones y ajustar horarios.
En cuanto a las expectativas futuras, el panorama no es alentador. Dos de cada tres empresas califican la situación económica como mala o muy mala, y solo el 15% cree que mejorará en los próximos doce meses.
El informe deja en evidencia una recuperación económica desigual y una falta de confianza en los fondos europeos. De hecho, el 80% de las empresas suspende la política económica del Gobierno y el 93% tiene poca o ninguna confianza en los fondos europeos.
En resumen, la mayoría de las pymes están experimentando dificultades para aumentar sus ventas y trasladar los incrementos de costos a los precios finales. Esto ha afectado sus márgenes empresariales y ha generado preocupaciones sobre la factura energética, los costos laborales y la factura fiscal. La falta de confianza en los fondos europeos y en la política económica del Gobierno agrava aún más la situación.