El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene planeado reunirse personalmente «varias veces» con los líderes de Junts y ERC, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, según ha anunciado. Aunque aún no se conocen las fechas exactas de los encuentros, se espera que se realicen antes o después de la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso.
Sánchez ha asegurado que estas reuniones serán públicas y habrá fotografías como prueba de los encuentros. El presidente defiende que estos encuentros son parte de un proceso de normalización de los actores políticos.
A pesar de las posibles repercusiones políticas, Sánchez no se muestra preocupado y recuerda el incremento de votos que obtuvo tras aprobar los indultos en relación con el proceso independentista catalán.
Además, el presidente ha confirmado la reunión con Carles Puigdemont, sin la presencia de un mediador, para profundizar en la resolución del conflicto político. Hasta ahora, el Gobierno había negado que esta reunión estuviera «agendada», pero ahora se confirma que se llevará a cabo.
Por otro lado, Sánchez no respalda la petición de Junts de que los jueces comparezcan en el Congreso para tratar el supuesto «lawfare». Sin embargo, el Gobierno está estudiando la posibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial y ha trasladado la responsabilidad al Partido Popular.
El presidente también ha reprochado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por no confirmar una reunión y le ha recordado que él sí asistía a reuniones cuando era líder de la oposición.
En cuanto a otros temas de interés, Sánchez ha anunciado que en la reunión con el Partido Popular se tratarán temas como la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la financiación autonómica y la supresión del término «disminuido» en la Constitución.
Además, el presidente ha señalado que se espera la marcha de Nadia Calviño como ministra de Economía a finales de este año o principios del siguiente.
Por último, Sánchez ha negado que el apoyo del PSN a EH-Bildu en una moción de censura en Pamplona sea una contrapartida por el apoyo de Arnaldo Otegi a su investidura. El presidente defiende la decisión de los socialistas navarros y considera que es un asunto local y particular.
En resumen, Sánchez tiene previsto reunirse con los líderes independentistas catalanes, no muestra preocupación por las posibles repercusiones políticas y defiende la decisión de los socialistas navarros respecto a una moción de censura en Pamplona.
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