Las muestras traídas del asteroide Bennu por la NASA, que llegaron a la Tierra el pasado 24 de septiembre, contienen un alto contenido de carbono y agua, según han revelado los análisis preliminares realizados. Estas muestras son un indicador de que los componentes básicos de la vida en la Tierra también se pueden encontrar en este asteroide.
La misión OSIRIS-REx ha sido la encargada de recolectar estas muestras, que son las más grandes jamás traídas a nuestro planeta. La NASA presentó las primeras imágenes de las muestras en una ceremonia que tuvo lugar el 11 de octubre en el Centro Johnson de Houston.
El objetivo de recolección de muestras era de 60 gramos, pero se encontró más material de lo esperado en el cabezal del colector y la base. Este descubrimiento es muy prometedor para futuros análisis que permitirán a los científicos investigar los orígenes de la vida en la Tierra y comprender mejor los compuestos de carbono encontrados.
Durante las próximas décadas, las muestras serán estudiadas a fondo para obtener información sobre el origen del sistema solar y los materiales que precedieron a la vida. Al menos el 70% de la muestra se conservará en el Centro Johnson para investigaciones científicas futuras.
Durante los próximos dos años, el equipo científico continuará caracterizando las muestras y realizando análisis científicos para proporcionar una mejor comprensión de su composición. Este emocionante descubrimiento nos acerca aún más a desentrañar los misterios de nuestro universo y nuestro propio origen.
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