El fenómeno del «fichaje» de jugadores por otras selecciones nacionales ha provocado un terremoto en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Cada vez más futbolistas nacidos en territorio español están optando por representar a otros países debido a sus raíces familiares o culturales.
Uno de los casos más sonados es el de Brahim Díaz, quien recientemente decidió jugar con Marruecos en lugar de España. Esta decisión ha generado controversia en la RFEF, que ve como sus talentos se van a otras selecciones.
Alejandro Garnacho es otro ejemplo de esta tendencia. El joven jugador ha optado por representar a Argentina por sus raíces maternas, mientras que Nico Paz ha decidido jugar con la albiceleste ante la falta de llamadas de la selección española.
Luka Romero, conocido como el «Messi mexicano», ha manifestado su deseo de representar a México, Argentina y España en lugar de solo a España. A su vez, Achraf Hakimi ha elegido Marruecos por su cultura árabe y sus raíces en el país africano.
Por su parte, Ilias Akhomach ha decidido jugar con Marruecos luego de recibir una llamada de la Sub21 del país. Mientras tanto, Lucas y Theo Hernández han optado por representar a Francia, y Salim el Jebari ha preferido Marruecos a pesar de haber jugado con las inferiores de España.
El caso de Iñaki Williams es particular, ya que el delantero ha escogido representar a Ghana por sus raíces familiares, mientras que Álvaro Rodríguez ha elegido Uruguay en lugar de España. Mateo Joseph podría representar a Inglaterra Sub20 en lugar de España, al igual que Pablo Maffeo ha optado por Argentina ante la falta de oportunidades con la selección española.
Incluso jugadores de renombre como Leo Messi han rechazado jugar con España a pesar de los esfuerzos de la RFEF. Junior Firpo, por su parte, ha fichado por la selección de República Dominicana tras no debutar con la Sub21 española.
En definitiva, el fenómeno de los «fichajes» de jugadores por otras selecciones está cambiando la forma en que los futbolistas eligen a quién representar en el ámbito internacional. La RFEF se enfrenta a un desafío cada vez mayor para retener a sus talentos y competir en el escenario global del fútbol.
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