El Ozempic, un medicamento utilizado tradicionalmente para tratar la diabetes tipo 2, se ha convertido en el centro de atención en España debido a su popularidad entre aquellos que buscan perder peso de forma rápida y efectiva. A pesar de que su acceso está regulado y solo se puede adquirir con receta médica, se han creado mercados paralelos donde se llegan a pagar hasta 1.000 euros por un tratamiento que cuesta solo 140 euros al mes.
Esta desviación del uso de Ozempic ha generado graves problemas de suministro en las farmacias, afectando a miles de diabéticos que ya no pueden encontrar el medicamento para controlar su enfermedad. La escasez de inyecciones ha obligado a muchos médicos a cambiar a otros tratamientos menos efectivos, lo que podría empeorar los resultados clínicos de los pacientes.
La endocrina Rosa Casañ ha señalado las diferencias entre Ozempic y Rybelsus, otro fármaco recetado para diabéticos, y los problemas que la popularidad del primero está generando en la comunidad médica. Un estudio presentado en el congreso de la Sociedad Española de Endocrinología ha evidenciado la magnitud de este problema, que podría estar afectando a decenas de miles de personas en todo el país.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias han comenzado a tomar medidas para controlar el acceso a Ozempic y garantizar que aquellos que realmente lo necesitan para tratar su diabetes puedan seguir disponiendo de él. Se espera que con una mayor concienciación sobre los riesgos de un uso inapropiado de este medicamento, se pueda frenar su desviación hacia la pérdida de peso y asegurar su disponibilidad para los pacientes que lo requieran para controlar su enfermedad de forma adecuada.
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