El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado una contundente respuesta al reciente bombardeo llevado a cabo por milicias proraníes y la Guardia Revolucionaria de Irán en Siria e Irak. Para ello, Estados Unidos ha llevado a cabo un bombardeo masivo que ha afectado a 85 objetivos, entre ellos centros de mando, comunicaciones, arsenales y bases de lanzamiento de drones.
En esta operación se han utilizado tanto drones como bombarderos estratégicos B-1. De esta manera, Estados Unidos lleva a cabo su mayor intervención militar en Oriente Medio desde los bombardeos realizados en Siria en los años 2017 y 2018.
Sin embargo, a pesar del ataque, se ha informado de que las milicias y la Guardia Revolucionaria pudieron dispersarse antes de la llegada de los bombardeos, lo que podría reducir su efectividad en el futuro. Aun así, Estados Unidos ha conseguido atacar bases donde se encontraban miembros de las Fuerzas Al Quds de la Guardia Revolucionaria, siendo esta la primera vez que se ataca directamente a este grupo desde el asesinato del general Qasim Soleimani en 2020.
Además, se ha especulado con la posibilidad de que Estados Unidos lleve a cabo acciones de ciberguerra contra Irán en la denominada «zona gris» de los conflictos bélicos. Hasta el momento, no se han registrado ataques a los barcos de guerra de Estados Unidos en el Mar Rojo y el Golfo de Omán.
Por otro lado, el presidente Joe Biden ha mostrado su solidaridad y apoyo a los familiares de los soldados fallecidos en los ataques y ha anunciado nuevas sanciones económicas contra Irán como respuesta a su participación en estos actos beligerantes.
En conclusión, Estados Unidos ha respondido con fuerza al bombardeo de milicias proraníes y la Guardia Revolucionaria de Irán en Siria e Irak, llevando a cabo una operación militar de gran magnitud. Aunque se desconoce el alcance total de los resultados, Estados Unidos ha demostrado su determinación en hacer frente a cualquier amenaza en la región de Oriente Medio.
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