El otoño se presenta aún más candente después del carrusel electoral de la primavera en Euskadi, Cataluña y el Parlamento Europeo. Con el PP partiendo de posiciones residuales en las autonomías citadas y el PSOE jugándose mucho en las próximas elecciones, el panorama político en España es incierto.
En el País Vasco, el PSOE aspira a sostenerse como tercera fuerza, mientras que en Cataluña parte como primera fuerza en votos, con el objetivo de que Salvador Illa pueda presidir. Las elecciones europeas serán un último medidor emocional antes de que las papeletas y acuerdos posteriores marquen el año político.
Se especula sobre la posibilidad de convocar elecciones generales, lo que podría desencadenar un cambio en el gobierno y afectar a partidos como Sumar y Vox. Además, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha atacado a Sánchez, lo que podría dejar a la ministra a la intemperie.
La nueva líder del PSPV, Diana Morant, comienza su primer curso al frente del partido, en un momento en el que todo se puede desmoronar si el PSOE llega a perder el Gobierno. Por otro lado, Alberto Núñez Feijóo se anticipa a un periodo de menor incertidumbre en Galicia.
Mientras tanto, el Ejecutivo de Mazón se ve envuelto en problemas relacionados con los contratos de compra de mascarillas durante la pandemia, mientras que la Comisión Europea observa de cerca el uso de los fondos destinados a la crisis sanitaria. Existe un riesgo de parálisis administrativa en el futuro si no se toman medidas adecuadas. El escenario político en España está en una encrucijada y las próximas elecciones serán clave para definir su rumbo.
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