Estudio confirma que las tomografías computarizadas aumentan el riesgo de cáncer de la sangre en jóvenes
Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona, llamado EPI-CT, ha revelado la asociación entre someterse a un TAC (Tomografía Computarizada) de joven y un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
A pesar de los beneficios que ofrece esta técnica en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, el estudio ha demostrado un incremento en el riesgo de desarrollar cáncer de la sangre en los jóvenes expuestos a radiaciones ionizantes durante la realización del TAC.
La investigación ha demostrado una asociación dosis-dependiente entre la radiación absorbida en las tomografías y el riesgo de desarrollar tumores malignos en la médula ósea. Especialmente preocupante es el hecho de que una dosis de 100 mGy incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de la sangre en un factor de tres, según los resultados del estudio a largo plazo.
Se estima que, por cada 10,000 jóvenes sometidos a un TAC, se pueden esperar uno o dos casos de cáncer en los dos a 12 años siguientes al examen. Estos datos resaltan la importancia de seguir aplicando medidas de protección radiológica en la población pediátrica y asegurarse de que las dosis y parámetros técnicos se registren adecuadamente en tiempo real.
Es vital que la comunidad médica tome conciencia sobre la importancia de justificar adecuadamente este procedimiento y optimizar las dosis para garantizar la menor exposición posible a radiaciones, sin comprometer la calidad de imagen necesaria para el correcto diagnóstico.
Los hallazgos de este estudio son de gran relevancia, ya que arrojan luz sobre los posibles riesgos asociados a la realización de TACs en edades tempranas. Es necesario que se informe a la población sobre estos resultados y que se tomen medidas para minimizar los riesgos de desarrollar cáncer debido a las radiaciones ionizantes.
En conclusión, el estudio ha confirmado la asociación entre someterse a un TAC de joven y un mayor riesgo de cáncer de la sangre. Si bien esta técnica es crucial en el ámbito médico, se deben tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos de exposición a radiaciones y asegurar un adecuado registro de las dosis y parámetros técnicos. Es fundamental concienciar a la comunidad médica sobre la importancia de justificar adecuadamente este procedimiento y optimizar las dosis para garantizar la menor exposición posible a radiaciones sin comprometer la calidad de imagen para el diagnóstico.
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