La Federación Española de Fútbol ha destituido a su secretario general, Andreu Camps, como parte de un proceso para desmantelar el rubialismo que aún opera dentro de la federación, según informaron fuentes oficiales. Camps era objeto de críticas debido a su trato hosco hacia las jugadoras durante las negociaciones y a su presunta implicación en la publicación de comunicados en contra de Jennifer Hermoso.
Las jugadoras consideraban a Camps como un colaborador de Luis Rubiales y su destitución era una condición para no abandonar la concentración de la selección. Incluso el Gobierno había señalado a Camps por su supuesta intención de mantener a Rubiales en la presidencia de la federación.
Camps fue descrito como una persona huraña, con poca empatía hacia los empleados y con aires de superioridad hacia los presidentes de las territoriales. Su destitución estaba prevista, pero la presión de las jugadoras y del Consejo Superior de Deportes aceleraron el proceso.
Camps era considerado una pieza clave en los entresijos federativos y en la candidatura de España, Portugal y Marruecos para organizar el Mundial 2030, aunque diversas fuentes desmienten su implicación en este proyecto.
Camps se unió a la federación en 2018 junto a Tomás González Cueto, asesor jurídico externo, y se apoyó en él para enfrentarse a LaLiga, AFE, LNFS y CSD. Anteriormente, Camps había comenzado su carrera en el nacionalismo catalán y el olimpismo, siendo reclamado por Miguel Cardenal para formar parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Sin embargo, Camps abandonó el TAD después de negarse a investigar a Villar por tratos de favor a clubes.
En cuanto a su reemplazo, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, ha designado a Elvira Andrés para tareas representativas y a Alfredo Olivares para funciones ejecutivas.
Con esta destitución, se espera que la Federación Española de Fútbol pueda avanzar hacia una mayor transparencia y una gestión más inclusiva.