«Oriente20: No confíes en el olor para determinar si los alimentos están en buen estado»
¿Alguna vez has olido un alimento para saber si está en buen estado? Seguro que sí, pero debes saber que esta no es una forma confiable de determinar su calidad. En Oriente20 te contamos por qué.
Las fechas de caducidad son importantes, pero no siempre son confiables, especialmente en alimentos en envases de abrir y cerrar. Esto se debe a que una vez que se abren, pueden estar expuestos a bacterias y microorganismos que pueden alterar su estado sin que lo notes a través del olor.
Hay bacterias problemáticas que pueden causar enfermedades graves y no se detectan mediante el olor. Esto significa que aunque el alimento huela bien, puede estar contaminado y representar un riesgo para la salud.
Es importante tener en cuenta que los microbios y las bacterias pueden estar presentes en los alimentos por diferentes motivos, como la contaminación durante el proceso de producción o el almacenamiento inadecuado. Incluso, los olores generados por los microbios tienden a aumentar a medida que se reproducen, por lo que un alimento que inicialmente no tiene mal olor puede volverse peligroso con el tiempo.
Sin embargo, hay casos en los que el olor puede ayudarnos a detectar un problema, como en el caso de la leche pasada. El mal olor en este caso puede indicarnos que el producto ha comenzado a descomponerse y es mejor evitar consumirlo.
En general, el aspecto visual del alimento suele ser más útil para determinar su estado. Observar si hay cambios en el color, la textura o si aparecen moho son señales claras de que el alimento ya no es seguro para consumir.
Es importante mejorar las técnicas de envasado y almacenamiento de alimentos para evitar problemas. Utilizar fiambreras o plástico hermético para almacenar alimentos puede ser útil, ya que ayuda a prevenir la entrada de bacterias y microorganismos.
En conclusión, no confíes en el olor para determinar si los alimentos están en buen estado. Las fechas de caducidad no siempre son confiables y las bacterias problemáticas no se detectan mediante el olfato. Mejora tus técnicas de envasado y almacenamiento y presta atención al aspecto visual de los alimentos. Tu salud está en juego.