Más de 12,000 profesores interinos en la Comunidad Valenciana finalmente conocen su destino laboral para el próximo curso escolar, gracias a la adjudicación realizada por la Conselleria de Educación. Estos docentes, que hasta ahora desconocían dónde trabajarían a partir de septiembre, han recibido una asignación que les permite planificar su futuro académico.
Sin embargo, esta asignación ha venido acompañada de una polémica que ha llevado al conseller de Educación, José Antonio Rovira, a anunciar que presentará una denuncia contra los altos funcionarios encargados de la gestión de personal docente ante la Abogacía de la Generalitat. Rovira atribuye el caos en las adjudicaciones a la gestión de la antigua consellera de Educación, Raquel Tamarit, quien cesó a varios funcionarios clave.
El conseller también ha señalado que la falta de listas actualizadas de personas que han consolidado plaza y errores en el proceso de evaluación han contribuido al desbarajuste. Además, plantea la posibilidad de expedientar a los funcionarios que abandonaron sus puestos antes de resolver el proceso de adjudicación.
Por su parte, Compromís, partido político valenciano, ha negado estas acusaciones y afirma que algunos funcionarios se ofrecieron a continuar en sus cargos, pero no obtuvieron respuesta. También han surgido otros factores que han complicado las adjudicaciones, como la falta de pruebas en el programa informático utilizado, el retraso en las cifras de interinos consolidados y los cambios en la asignación de profesorado de Formación Profesional.
Cabe destacar que el programa informático utilizado por la Conselleria ya había sido advertido como obsoleto en 2020, pero no se realizaron las actualizaciones necesarias. Ante la complejidad del proceso, se convocó a un número inusualmente alto de personas (8,800) para colaborar en las adjudicaciones.
Esta situación ha generado críticas por parte del sindicato UGT, que considera que la Conselleria no ha tomado las medidas adecuadas ni ha asumido la responsabilidad necesaria. Además, lamenta el impacto negativo que esto ha tenido en los docentes, muchos de los cuales aún no saben dónde trabajarán a apenas ocho días del inicio del curso escolar.
En resumen, las adjudicaciones de destinos a más de 12,000 profesores interinos en la Comunidad Valenciana han estado envueltas en polémica debido a errores en la gestión, falta de actualización de las listas y problemas con el programa informático utilizado. Mientras tanto, los docentes afectados se encuentran preocupados por su situación laboral a pocos días del inicio del curso.
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