El «brain freeze» o «helada cerebral» es un fenómeno común que experimentamos al consumir alimentos muy fríos, como helados o bebidas frías. Aunque su nombre puede dar la impresión de que afecta directamente al cerebro, en realidad el dolor se localiza en los nervios del paladar.
Cuando los receptores de temperatura de la boca detectan el frío, envían una señal al sistema nervioso. Esto desencadena una serie de reacciones en el cuerpo, comenzando con una constricción de los vasos sanguíneos y seguida de una rápida expansión de los mismos. Son los nervios trigéminos del paladar los encargados de transmitir la señal de frío intenso al cerebro.
El cerebro, al interpretar esta señal de frío como una amenaza, responde generando una sensación de dolor agudo y punzante. Sin embargo, es importante destacar que el «brain freeze» es una molestia temporal e inofensiva. Por lo general, desaparece en unos minutos sin causar ningún daño duradero.
Aunque no existe una forma infalible de prevenir el «brain freeze», hay algunos remedios que pueden ayudar a aliviar el dolor. Uno de ellos es presionar la lengua contra el paladar, lo cual ayuda a reequilibrar la distribución de temperatura en la boca. Otro remedio es consumir pequeños sorbos de agua tibia, lo cual ayuda a «descongelar» el paladar.
En resumen, el «brain freeze» es un fenómeno común y momentáneo que ocurre al consumir alimentos muy fríos. Aunque puede resultar incómodo, no representa ningún peligro para la salud. Si experimentas este tipo de dolor, prueba alguno de los remedios mencionados y pronto podrás disfrutar de tus helados y bebidas frías sin molestias.
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